24 de julio de 2014

Sirio.

"Llevaban mucho tiempo sin hablarse. No lograban comunicarse sin terminar gritando, lastimando, llorando. Y hoy, por primera vez, eran capaces de pararse uno al lado del otro, sin decir nada, solo disfrutar del silencio que los rodeaba, de la compañía del otro. Y ambos tenían muchas cosas por decir, por disculpar, pero estaban muy cansados de discutir y ninguno quería arruinar este momento.

Se sentía.. como una tregua.

-Fue como una muerte estelar. -Dijo ella con nostalgia después de un momento, su mirada fijada en algun punto distante a traves de la ventana.

-¿La muerte de quién?. -Preguntó el, con una evidente preocupación en su voz. -¿Y que es tan estelar sobre morir?

Ella levantó la cabeza de pronto, como asustada de haber dicho las palabras en voz alta.

-No. -Sacudió la cabeza y tragó con fuerza. -Estelar, como la muerte de una estrella.

-Oh. -Respondió, encongiendose de hombros. Se supone que eso debía significar algo para él?

-Parece una metáfora adecuada, -ella respiró. -Dada la.. situación. -Señalando distraidamente el espacio estre ellos.

-¿La situación?. -Preguntó él, con un tinte de miedo en su tono.

-La destrucción cataclísmica de nuestra relación, -respondió lisamente. -¿Sabes algo sobre las supernovas?

-La verdad es que no, -respondió él. Tratando de bromear. -¿Esto va a hacer que quiera matarme despues?.

Ella lo miró pensativamente, evaluandolo. Sus ojos estaban oscuros, serios.

-Quizás. -Dijo en un respiro.

Él apartó sus ojos de la mirada penetrante que ella le daba.

-Cuéntame. -Le susurró.

Aun así, ella dudó.

-A veces los astrónomos notan y registran brillantes estrellas en el cielo que estaban ausentes en observaciones previas, -ella comenzó. -Frecuentemente, son supernovas. Son estrellas que han alcanzado el fin de sus vidas y explotaron. Las supernovas pueden eclipsar brevemente galaxias enteras e irradiar mas energía de la que irradiará el sol en toda su existencia.

-Okay, -contestó él, claramente consciente que se estaba perdiendo el punto de la analogía.

-Estaba pensando en lo que pasó entre nosotros, -ella dilucidó. -Y cómo nuestra relación simplemente explotó y por un momento su fuego brilló tan fuerte que cegó a todos a nuestro al rededor y luego se desvaneció hasta parecer como si nunca hubiese existido en absoluto. Pensé que se estaba convirtiendo en algo luminoso y brillante pero en realidad estaba muriendo.

Ella guardó silencio por un momento. Sus siguientes palabras fueron suaves, distantes.

-Me recuerda una supernova, eso es todo.

Él tenía razón. Sí lo hizo querer morir. Tenía que arreglarlo. Perderla no era algo que estaba dispuesto a aceptar. Tenía que arreglar esto, y tenía que hacerlo ahora.

-Lo siento, -trató de decir con una voz fuerte, pero en vez de eso su tono era tembloroso. Se aclaró la garganta y comenzó de nuevo. -Lo siento. Lamento ser un idiota, no haberte escuchado, haber gritado, haberte lastimado. Lamento hacerte sentir que fuimos una supernova. Pero no puedo vivir sin tí.

Hablaba rapidamente, como si temiera que si paraba no podría volver a empezar. Ella mantenía su cabeza abajo, pero él necesitaba sentirla, saber de alguna forma que estaba escuchando, por lo que tomó sus manos y continuó. -Podemos empezar de nuevo. Ser una nueva estrella. La más brillante de todas. O podemos ser la luna, el sol, una galaxia nueva. Lo que tú quieras, pero juntos. No necesito nada mas que a tí, sé que la fuerza que nos une es mas fuerte de lo que tu o yo pensamos y no hay nada en este mundo que duela mas que no tenerte a mi lado. Por favor. Te amo.

Ella no decía nada, no era capaz de mirarlo y su cuerpo comenzó a temblar. El sostuvo su mentón con suavidad y levantó la vista, notándo sus ojos humedos, pero la respuesta estaba ahí. En el brillo de sus ojos, en la expresión de su cara, en el latido acelerado de su corazón, en la fuerza y en la suavidad con la que apretó sus manos.

Él limpió con su pulgar la lagrima que corría solitaria por su mejilla y repitió susurrando. -Te amo.

-Sirio. -Respondió ella, sonriendo.

El la miró confundido, acababa de vaciar su corazón entero en sus manos. -¿Sirio?

-Sirio. Es la estrella más brillante. Hablaste de la fuerza que nos une, Sirio es una estrella binaria, son en realidad dos estrellas que orbitan muy juntas y unidas mediante una fuerza de gravedad tan fuerte que es imposible separarlas. -Estaba divagando y no podía parar, pero él la miraba sonriendo, asi que continuó. -Están en realidad tan juntas que evolucionan como una sola, y son capaces de crear objetos que de otra forma no..

El la escuchaba con atención, pero sabía que ella estaba tan nerviosa que jamás dejaría de hablar si él no la detenía. Por lo que tomó su cara con ambas manos y la besó brevemente con suavidad. Dejando sus frentes unidas y sus ojos cerrados, saboreando el momento.

Y esta vez fue ella quien susurró. -Te amo.

Él solo sonrió, abrió sus ojos y buscó su mirada. -Sirio.

Y ambos sabían que no era suficiente. Pero era un comienzo y eso bastaba. El pequeño brillo de su pequeña estrella. "

15 de julio de 2014

Cuando las cosas se rompren, no es el hecho de que se rompan lo que impide que vuelvan a repararse. Es porque pequeñas piezas se han perdido, los extremos ya no pueden encajar otra vez aunque quisieran hacerlo, toda la forma a cambiado.
"Al final del dia, la realidad no es ni parecida a lo que esperábamos. La realidad es, la mayor parte de las veces, un ir y venir constante. A nadie le importa si no estás preparado, la realidad te pega y la vida cambia en un instante."